El incendio sigue extendiéndose debido a las condiciones climáticas actuales, habiendo alcanzado una longitud de un kilómetro y acercándose a la autopista. En la zona, un grupo de 60 brigadistas está realizando esfuerzos continuos para controlar el fuego y prevenir su avance.
Un nuevo incendio forestal azota a la provincia de Córdoba desde el jueves por la tarde y está fuera de control. Cuatro bomberos tuvieron que ser trasladados con heridas. Además, por la densidad del humo se interrumpió el tránsito en la autopista que conecta la capital provincial con Carlos Paz.
Durante la tarde, el ministro de Salud cordobés, Ricardo Pieckenstainer, en diálogo con TN, precisó: “Lo que sí sabemos es que hay dos en estado reservado, uno de ellos en terapia intensiva. Están en el Hospital Córdoba. Por ahora lo que esperamos es no tener nuevos heridos. Dejamos un puesto sanitario con una terapia intensiva móvil a la altura del peaje para hacer la asistencia rápida de cualquier otro herido”.
Con el correr de las horas, se supo que el cuadro de ambos evolucionó favorablemente. Trasladaron a sala común al hombre que había sido ingresado en terapia intensiva, mientras que el otro bombero, cuyo cuadro era reservado, quedó bajo observación, sin sus vías respiratorias afectadas, de acuerdo con la información a la que pudo acceder el medio local ElDoce.tv.
El frente del incendio se extiende por medio kilómetro, en un bosque ubicado entre la autopista y la localidad de La Calera. Las llamas llegaron hasta el borde de la autovía, e incluso se quemaron varios carteles publicitarios. Por este motivo se bloqueó el paso desde el puente Primero de Mayo hasta el puente Falda del Carmen. Es la misma zona donde se habían producido algunos de los incendios al inicio de la semana. Las llamas se intensificaron durante la madrugada, por lo que persiste el corte total en la principal ruta que lleva a Carlos Paz.
El vocero de la Secretaría de Gestión de Riesgo Climático, Roberto Schreiner, confirmó que en el lugar trabajaron 200 bomberos de cuarteles de toda la región que acudieron a la emergencia. También prestan asistencia dos aviones hidrantes. Sin embargo, durante la madrugada, el grupo se redujo a 60 brigadistas.
Una vez más, las condiciones climáticas son favorables para una rápida propagación de las llamas. Hay fuertes ráfagas de viento norte que superan los 60 km/h, la temperatura es elevada, por encima de los 25 grados, y la humedad relativa cayó por debajo del 20%.
“Ahora el enemigo número 1 es el viento. Esperamos tener ráfagas toda la noche. El incendio empezó con unos 400 metros de frente para cuando llegaron los bomberos. Todavía no tenemos ninguna presunción sobre cómo empezó todo”, declaró Schreiner.
Esta vez el fuego se expande en una zona despoblada. Aunque por el desarrollo de la emergencia no se descarta que la propagación perjudique a los residentes en las próximas horas. Es así que se mantiene el alerta ante posibles evacuaciones.
El temor de las autoridades es que las cenizas que levanta el viento pasen hacia el otro lado de la autopista Córdoba-Carlos Paz, donde sí hay casas. También hay una estación de servicio sobre la autopista que está a pocos metros del incendio.
El portal cordobés Cadena 3 reportó que ya se desplazaron al lugar camiones de bomberos de La Calera, Malagueño, Saldán, Villa Allende, Carlos Paz, Bialet Massé, Santa María de Punilla y Mendiolaza. Otros 300 hombres y mujeres siguen trabajando en la guardia de cenizas de los incendios de los últimos días.
Córdoba declaró el estado de desastre
Lo anunció el gobernador Martín Llaryora. El Valle de Calamuchita sufrió la quema de 12.600 hectáreas, incidente que afectó severamente a las viviendas y la vegetación nativa. Destinarán un Fondo Permanente para Atención de Situaciones de Desastre con el objetivo de mitigar los daños provocados.
El siniestro, cuyo origen se reportó el lunes cerca del bosque nativo de Villa Yacanto, fue sofocado por los bomberos recién el miércoles. En total, el fuego alcanzó un perímetro de 86 kilómetros y quemó unas 20 viviendas.
“Hoy sobrevolamos la zona afectada por el incendio que comenzó el lunes en El Durazno, en el Valle de Calamuchita y declaramos el estado de desastre en los departamentos Calamuchita, Punilla, Colón y Santa María”, posteó el gobernador en su cuenta de X.
De acuerdo con el Gobierno cordobés, el Fondo de Emergencia se incrementará a 5 mil millones de pesos. Las labores de apoyo se enfocarán especialmente en el área habitada, donde el impacto del incendio fue mayor.
El presupuesto se usará para reconstruir las infraestructuras dañadas y apoyar a los residentes que han visto sus hogares afectados.
El gobernador Martín Llaryora recorrió el perímetro alcanzado por el fuego
Asimismo, el Gobierno ha instado a la población a tomar medidas preventivas para evitar futuros incendios forestales, recordando la importancia de mantener limpios los terrenos y evitar prácticas que puedan incrementar el riesgo de incendios.
Por el origen del fuego permanece detenido un jubilado de 71 años, que está imputado por “incendio culposo agravado” y será indagado el viernes por la fiscal de Río Tercero Paula Bruera.
Se analizará si todo comenzó a raíz de una chispa o ceniza que habría salido de la estufa de su caso y, en caso de ser encontrado culpable, el hombre podría enfrentar una pena de hasta 5 años de prisión.
Por último, las autoridades recordaron a la población la importancia de denunciar los incendios que pudieran producirse en la provincia, con el fin de que estos no tomen mayores dimensiones. Para esto, los ciudadanos podrán comunicarse al 0800-888-38346 (FUEGO), 911 (Policía) o 100 (Bomberos).
Incendio en Santa Fe: “El daño es muy fuerte”
Mientras el fuego no da tregua en Córdoba, se reactivó un foco en Santa Fe cerca de la la noche del jueves en la zona de las islas.
Según la información del medio local El Once, las llamas se observan desde la Costanera media del Parque Urquiza. En el lugar, trabajan los bomberos voluntarios de la zona pero, al igual de lo que sucede en Córdoba, el viento complica los intentos de controlar las llamas.
Al respecto, un baqueano de la región Luis Romero lamentó: “Hace muchísimos años que se viene quemando. Los últimos años hemos visto un incremento intensivo de las quemas donde se hace un frente de varios kilómetros”. De esta manera, mencionó que lo hacen para dedicarse al engorde de la ganadería.
“Toda esta región se ha visto cambiada, todo el corredor del río Paraná, río Paraguay se ha tratado de la misma manera. Se queman los humedales para traer el ganado de tierra alta, que al no ver agua en los arroyos y tajamares, trasladan a zona de islas para conseguir mejor aprovechamiento de la producción vegetal en el lugar”, precisó y agregó que “quemando la isla van empobreciendo a la gente” que trabaja en actividades que se ven directamente afectadas por los cambios ambientales, como la pesca. “El daño es muy fuerte”, cerró.