Tras varios bloqueos y dilaciones que impuso la oposición, la Cámara de Diputados dio ayer por la madrugada media sanción a la creación de cinco nuevas universidades nacionales: Madres de Plaza de Mayo, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, del Delta, la de Pilar y de Ezeiza, en la provincia de Buenos Aires y de Río Tercero, en Córdoba. La aprobación contó con el respaldo del Frente de Todos, el Frente de Izquierda, el Interbloque Federal, partidos provinciales y el acompañamiento disperso y selectivo de Evolución Radical; mientras que el resto del interbloque de Juntos por el Cambio y la ultraderechista La Libertad Avanza votaron en contra.
La orientación
Los contenidos de la Universidad Nacional de las Madres de Plaza de Mayo, impulsada por Hugo Yasky (FdT) estarán orientados en la defensa, protección, investigación y promoción para el ejercicio efectivo de los Derechos Humanos, conforme se desprenden de la Constitución Nacional, de los tratados internacionales en la materia y de las leyes nacionales.
En tanto, la Universidad Nacional de Ezeiza –propuesta por la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz,- prevé carreras y acciones de extensión e investigación, vinculadas al desarrollo aeroportuario, al tecnológico y humano y de las organizaciones.
La creación de la Universidad Nacional de Río Tercero, promovida por dos iniciativas de diferente signo político –Gabriela Estévez (FdT) y la de Gabriela Brower de Koning (Evolución Radical)– apunta al desarrollo local y regional, como polo industrial, generando mayores oportunidades educativas y laborales, favoreciendo el arraigo de las y los jóvenes.
La Universidad del Delta, por su parte, presentada por Sergio Massa como diputado, apunta a los municipios de Tigre, San Fernando y Escobar. Abordará áreas estratégicas vinculadas a lo ambiental y la industria del conocimiento con ejes en la eco sustentabilidad, el cuidado del ambiente, el turismo, la seguridad informática, la industria del conocimiento, la biotecnología y la industria naval.
Por último, la de Pilar, impulsada por el massista Ramiro Gutiérrez, estará orientada a las ciencias vinculadas a la tecnología, la producción, el trabajo, la investigación con acento en aquellas temáticas asociadas a la, biotecnología, biomecánica, ingeniería, robótica, inteligencia artificial, programación, seguridad informática, entre otras.
Debate
“Estamos frente a ese desafío que nos plantea la posibilidad de formar ciudadanía y aportar a cada una de las comunidades donde están las universidades que van a crear”, sostuvo la presidenta de la comisión de Educación, la entrerriana Blanca Osuna (FdT). “Por Constitución nacional, por la Ley de Educación Superior, estamos hablando de un derecho que es un bien público que requiere la garantía del Estado”, explicó.
Osuna también se refirió a las dificultades que tuvo que atravesar la creación de las nuevas universidades desde el año pasado. “Todos tenemos memoria y sabemos lo que ha pasado en otras sesiones en las que nos quedamos con las ganas”, señaló. Luego se adelantó a los argumentos opositores: “hay quienes se oponen y las razones las hemos escuchado en la comisión: que hay niños que no tienen acceso al jardín de 3 años; que no todos los chicos terminan el secundario en tiempo y forma… De ninguna manera esas razones se contraponen y aparecen como un argumento ni fáctico, ni teórico, ni pragmático. Son razones para escaparle a esa responsabilidad”.
En total son ocho los proyectos para crear nuevas universidades. Las que quedaron en carpeta son la de Saladillo; la de la Cuenca del Salado con sede en Cañuelas; y la Juan Laurentino Ortiz, con sede en Paraná, Entre Ríos.
El FIT sumó su respaldo. «Apoyamos la creación de nuevas universidades que darán acceso a la educación a muchos jóvenes, pero permítanme ser crítico, se hace en un marco de ajuste, de crisis y las universidades y sus presupuestos no han quedado fuera de esto», dijo el jujeño Alejandro Vilca (FIT-PTS). Romina del Plá (FIT-PO) celebró que se haya subsanado uno de los cuestionamientos con respecto a la Universidad de Madres de Plaza de Mayo, que tenía que ver con la inclusión de representantes de las Madres en el Consejo Superior de esa casa de altos estudios.
“Bajo un relato rimbombante, vamos a ampliar la posibilidad de la educación superior en la Argentina, pero omiten el peor diagnóstico que es la catástrofe educativa que estamos atravesando en estos años de democracia y la retracción económica que ha disparado la inflación a tres dígitos”, argumentó el lilito Maximiliano Ferraro (CC-JxC) para oponerse.
El ex ministro de Educación de Mauricio Macri, Alejandro Finocchiaro, fue fiel en su resistencia a la creación de nuevas universidades pero prefirió cargar los dardos sobre una. “Esta creación es, básicamente, a pedido de Massa para que el intendente de Ezeiza tenga bajo sus garras a una universidad”, dijo y agregó: “Una universidad no es una guarida, no puede ser un local partidario, es donde se dan los debates del conocimiento y son para luchar contra los totalitarismos”.
Sobre el final del debate, la diputada Gabriela Estévez (FdT-Córdoba), dijo que era «un día histórico para los riotercerenses y los cordobeses» porque se estaba dando «un paso fundamental hacia la reparación por el atentado de la Fábrica Militar».